Para saber si tu perro es feliz, nos tenemos que fijar en el lenguaje corporal. Al igual que un niño pequeño, que carece de vocabulario, en los perros pasa lo mismo.
Por ejemplo, cuando tu perro esté enfadado, lo mostrará a través de ladridos pero de frustración que son bastante distintos a los ladridos de alegría.
Si tu perro es feliz tendrá comportamientos como los siguientes:
-Tumbarse para enseñar la barriga y que le rasques.
-Movimiento de cola que hace que mueva todo el cuerpo.
-Tener postura de querer jugar.
-Orejas relajadas.
-Boca suave y entreabierta.
Además del comportamiento corporal, un perro feliz se diferencia de uno que no lo es en los siguientes aspectos:
-Se alegran al verte.
-Tiene apetito sano.
-No son destructores.
-Les encanta jugar y salir a pasear.
-Establecen contacto corporal.
Factores como la raza, la edad y la salud pueden tener un impacto en el comportamiento de tu perro. Y porsupuesto, la personalidad de tu perro es clave para saber cómo expresan la felicidad. Por otro lado, la cantidad de deporte y las horas de ejercicio ayudarán a tu perro a que acabe el día más cansado y a la calidad del sueño, que repercutirá en la energía disponible para afrontar el día siguiente.
Para que tu perro sea feliz, simplemente cuida los pequeños detalles del día a día como la alimentación, el cariño y la propia actitud del dueño, que también es muy importante, ya que nuestras mascotas son muy listas y se dan cuenta de todo.
Después de todo, todo el mundo se pone de mal humor de vez en cuando. Mientras tu perro esté, en general, sano, cómodo y bien cuidado, puedes estar seguro de que será feliz, no importa cómo lo muestre.
